Por Andiel Galván
La dificultad para Marguerite es que enfrenta a Jean François Copé, un peso pesado de la política francesa, actual alcalde de Meaux, diputado y presidente del principal partido de oposición. El candidato de la derecha busca su tercera reelección como edil, desde cuando asumió por primera vez en 1995, en momentos en que se cuestiona la idoneidad del sistema de acumulación de cargos vigente, que permite ser diputado y alcalde simultáneamente.
Marguerite finaliza estudios de Derecho Económico en el Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po) y se desempeña como asistente para asuntos especiales del Ministro de Transporte, además de haber fungido como colaborador de un congresista. Ingresó a las filas del Partido Socialista con 19 años, y a los 20 coordinó un movimiento regional de jóvenes en apoyo a la candidatura presidencial de Hollande, electo en 2012. Le critica a Copé que no dedica suficiente tiempo a los asuntos municipales, por las altas responsabilidades partidarias y parlamentarias que descansan sobre sus hombros.
El “bebé socialista”, como alguna prensa lo ha bautizado, explicó las motivaciones de sus intrépidas aspiraciones: “Hace falta una nueva visión y otra forma de hacer política. Si la plaza está abierta a todos, ¿por qué no postularme?”. Gane o pierda, su candidatura ya estimula a la juventud, en un electorado que envejece, compuesto sólo en un 26% por personas entre 18 y 36 años. En cambio, en República Dominicana, donde los jóvenes entre 18 y 35 años suman el 57% de los votos, las reglas de juego de la competencia electoral y la falta de institucionalidad desalientan la participación juvenil.