Archivos para Educación

Por Andiel Galván

Los lauros en el deporte y el arte exponen ante el mundo valores positivos del pueblo dominicano, por encima de la ola de noticias de nacionales que sobresalen por conductas negativas.Pero con menor frecuencia, al país se le asocia con éxitos en el plano académico. De ahí el valor del Premio Unesco-Juan Bosch para la promoción de la investigación en Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe, financiado por el Gobierno de la República Dominicana.

Este martes se entregó la primera edición de este galardón en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en París, a la joven colombiana Karen Nathalia Cerón Steevens de la Universidad del Rosario, por su tesis del máster en Estudios Internacionales y Ciencias Políticas titulada: “¿Hijos de la guerra o huérfanos del Estado? Un Estudio de la violencia juvenil representada en las maras, bajo las características particulares del Estado y del contexto guatemalteco”. El premio incluye una dotación de US$10,000 y un diploma.

Al ciudadano consciente que paga impuestos le agrada que se inviertan recursos públicos en iniciativas de esta naturaleza, pues pese a las precariedades económicas del país, no tiene precio estimular el mérito académico en la juventud. Además, esto favorece la imagen de la sociedad dominicana hacia el exterior, pues se coloca junto a las de naciones que creen y apoyan la generación y difusión de conocimiento científico y la cultura. Y especialmente, se proyecta más allá de las fronteras de la isla la obra de un dominicano universal, referente ético y brillante escritor, el Profesor Juan Bosch.

Se espera que esos esfuerzos por incentivar el desarrollo de la investigación a escala regional sean reproducidos a nivel nacional en el sistema de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, mediante la realización de certámenes similares para los universitarios dominicanos. Y así se propicia que los jóvenes estudiantes encuentren mayor motivación para elaborar una tesis de grado, maestría o doctorado, o emprender proyectos que busquen desentrañar la realidad sociopolítica que les rodea.

Por Andiel Galván

Un pacto es “un tratado entre dos o más partes que se comprometen a cumplir lo estipulado”, según la Real Academia Española. En la Educación dominicana, varios se han firmado entre las fuerzas sociales y el Estado. Pero si hoy algunos ponen en entredicho el Pacto Nacional por una Educación de calidad para todos, se debe, entre otras razones, a que históricamente el Estado no ha dispuesto los recursos acordados.
En los últimos 20 años, fruto de cumbres y simposios con la participación de los principales actores educativos, se han adoptado tres propuestas integrales para la reforma del sector. Pero, ¿de qué han adolecido el Plan Decenal 1992-2002, el Plan Estratégico de Desarrollo de la Educación Dominicana 2003-2012 y el Plan Decenal 2008-2018?

Las iniciativas del 1992 y del 2003 contemplaban profundos cambios de los sistemas de evaluación, administración educativa, currículo, formación de maestros, y otros aspectos, a condición de que “el Estado cumplirá con los niveles de inversión establecidos en la Ley General de Educación, que garantice la disponibilidad de los recursos que viabilicen la ejecución del Plan”.

También el Plan Decenal de 2008 definió nueve políticas con acciones concretas en el corto, mediano y largo plazo, para la mejora de la calidad de la educación. La décima y última política advertía que para realizar las anteriores, se “requiere una inversión sostenida y comprometida por parte del Estado, que alcance en el año 2012 el 4.09% del PIB”.

Si algo faltaba en los pasados esfuerzos de reforma, además de voluntad política y compromiso de los actores, era: recursos económicos. Por eso, es legítimo dudar de más acuerdos que podrían quedar en simples declaraciones de intenciones. Se está consciente de que 4% todavía no es suficiente, y que el dinero no lo es todo. Pero lo que sí hay en la coyuntura de este pacto es la inversión presupuestaria mínima en Educación. Por lo menos da la tranquilidad de que ésta vez el Gobierno no va “a mano pelá”, a firmar papeles y después cáiganme atrás. Que así sea.

Por Andiel Galván

La política condiciona el éxito de las políticas educativas. El horario escolar en Francia consistía en cuatro días con tanda extendida de 8:30 de la mañana a 4:30 de la tarde. Este esquema entró en vigor a partir de la gestión gubernamental de Nicolás Sarkozy (2007-2012), pero según el actual gobierno de François Hollande, ese ritmo afecta el rendimiento de los estudiantes por la fatiga de largas jornadas. A partir de este año, se añade miércoles en la mañana y se mantiene las 24 horas de clase a la semana, pero distribuidas en cinco días.

En 1989 se hizo Ley la descentralización en el sistema educativo francés. Se transfirió a los ayuntamientos la construcción y funcionamiento de los centros educativos, mientras el gobierno central se concentra en aspectos más relacionados al proceso enseñanza-aprendizaje como currículo, formación de maestros y remuneraciones. El conflicto surge cuando alcaldes y Gobierno juegan a la política partidista en las reformas del Estado.

Sólo un 20% del alumnado a nivel nacional se beneficiará del nuevo ritmo escolar para septiembre de 2013, pues se dejó la posibilidad de implementarla el año siguiente excepcionalmente a los municipios que no estuvieran listos logísticamente. A veces sin mayores razones técnicas, los ediles de derecha rechazaron los cambios para el presente año escolar. La oposición apostó al fracaso de la iniciativa del gobierno del Partido Socialista.

De las 40 ciudades con más de 100,000 habitantes, cerca de la mitad apoyó la disposición, entre ellas las municipalidades socialistas de París, Toulouse y Nantes. Pero no todo fue asunto de líneas partidarias, pues sectores representativos de profesores y padres se opusieron a la medida por los costos adicionales que les generaría un quinto día de clases.

A propósito de los tiempos de cambio en la educación dominicana y de las grandes reformas sociales por venir, también vale preocuparse por elevar la calidad de la clase política del país, porque es de quien depende el cumplimiento de cualquier pacto, aun sea el mejor concebido. Pues hasta en Estados con fuerte institucionalidad democrática, lo político define las políticas.

El Caribe: http://www.elcaribe.com.do/2013/09/05/politico-reforma-educativa-francia