Archivos para Partidos politicos

Por Andiel Galván

En su 40 aniversario, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) tiene motivos para celebrar éxitos cosechados. Los triunfos electorales a todos los niveles demuestran su real vocación de poder. Esto enorgullece a su militancia, de la cual un servidor forma parte. Es desde la dirección del Estado que se está más cerca de completar la obra de los trinitarios y restauradores.Sin embargo, las funciones de un partido moderno sobrepasan la búsqueda de votos. Se añaden también las de movilizar ciudadanos hacia la participación, velar por la formación del personal político, agregar demandas que surgen en la sociedad y trazar políticas públicas. Es por eso que cuatro décadas después de su fundación se precisa un esfuerzo serio de autocrítica y de reflexión sobre los desafíos de este partido para orientar a la sociedad dominicana hacia el desarrollo.

Relataba en una entrevista el dirigente del comité central Gedeón Santos el dilema en que se vieron los diputados peledeístas al asumir sus curules en el Parlamento Centroamericano (Parlacen), pues no sabían si sentarse en la derecha o en la izquierda en el hemiciclo. Al final, por la confusión, cuenta que se ubicaron en el centro. Pero realmente qué significa el centro. De acuerdo al historiador español Miguel Argaya “el centro político es la nada, es una postura política escéptica que considera benéfico mantener una moderada equidistancia entre derecha e izquierda. Las fuerzas políticas que practican el centrismo reducen al mínimo o la nada los principios y valores que defienden, para lograr captar votos como sea”.

Algunos retos de esta organización son relanzar el sistema de educación política a todas las escalas, perfeccionar la democracia interna, promover la rendición de cuentas de los miembros y aplicar la disciplina interna a los miembros cuyas actuaciones en el Estado riñan con los principios estatutarios. Igual, estimular la participación de mujeres y jóvenes, propiciar la discusión de temas de actualidad a lo interno de la organización y aportar de manera institucional al debate de políticas públicas.

Más que una revisión ideológica, el PLD está llamado a acercarse a su pueblo. Que por aquello de que allí donde esté tu tesoro, esté tu corazón, que sea el presupuesto nacional el que refleje las prioridades de las administraciones moradas. Y que sea el uso responsable del poder acumulado el que demuestre el compromiso de corregir las injusticias del sistema económico y de fortalecer la institucionalidad democrática.

Por Andiel Galván

De los partidos en el poder de Centroamérica y el Caribe hispano, sólo el Partido Comunista de Cuba y el Frente Sandinista de Liberación Nacional, en Nicaragua, requieren cinco años de militancia para poder ingresar al Comité Central y la Asamblea Sandinista Nacional, respectivamente. El Partido Cambio Democrático de Panamá exige al menos un año de antigüedad para integrar el organismo homólogo.En República Dominicana, sólo el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) exigía al menos cinco  años de afiliación para ser miembro del Comité Ejecutivo Nacional, de las organizaciones políticas que presentaron candidaturas propias en las elecciones de 2012.
Pero el pasado domingo 24 de noviembre, la Plenaria General del VIII Congreso Ordinario Comandante Norge Botello del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) estableció como requisito 10 años de militancia partidaria para optar por un escaño en su Comité Central (CC).En otras palabras, se necesitará tener al menos 28 años de edad para formar parte de ese alto organismo de decisión, si en el mejor de los casos el nuevo votante se adhiere al partido justo después de adquirir la mayoría de edad.
Esta medida visiblemente impacta más a los jóvenes, pero no solamente, pues sin reparo en los aportes a la organización y a la Administración Pública, inhabilita súbitamente a los aspirantes que no cumplan con esta condición para las elecciones al CC de enero 2014. Es por lo que hasta miembros del Comité Político han expresado su desacuerdo.“El PLD es el producto de la necesidad histórica de completar la obra patriótica que iniciaron Los Trinitarios y los restauradores, […]”, reza el artículo 1ro de los estatutos de esta organización, en referencia al proyecto de nación que concibió el prócer Juan Pablo Duarte a los 25 años y que culminó en la Independencia. También alude a los esfuerzos por restituir la soberanía perdida que más tarde encabezara el general Gregorio Luperón, con 24 años de edad al declarar la guerra de la Restauración.

Evidentemente no sólo desde el Comité Central se sirve al partido ni mucho menos es la única vía de servirle al pueblo. No obstante, hay que reconocer que contar con voz y voto en ese organismo garantiza mayor incidencia en decisiones que repercuten en el país. Ahora bien, se creía que los requerimientos anteriores eran suficientes: “ser miembro del PLD, haber sido dirigente medio o activista, y haber demostrado capacidad de dirección y lealtad al partido”. Pero no sólo en la guardia la antigüedad es un rango.

Por Andiel Galván

El sentido del equilibrio en la democracia dominicana mucho se ha afectado por la pasividad de la oposición partidista, como también ha sido perjudicial el obstruccionismo como arma contra el oficialismo. De la oposición se espera que sirva de contrapeso al poder gobernante. Y que mientras intenta ganar adeptos en base a la crítica constructiva, edifique a la población sobre las políticas públicas en su beneficio.

Después del largo sueño que dormía la llamada “oposición institucional” del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas, su presidente, rompió el silencio. Se alzó contra la propuesta del Ejecutivo del presupuesto para 2014 porque “es más impuestos y deterioro económico”, y llamó a los diputados blancos a rechazarla. El problema es que nunca llegaron los argumentos que sustentan su postura. Así, ni se aporta al debate ni se cumple con la misión educativa de la oposición de orientar al ciudadano.

En la coyuntura de la reforma fiscal de 2012, el veterano analista político Orlando Gil planteó al PRD negociar con el PLD la aprobación de la ley de partidos, a cambio del paquete impositivo. Pues la actitud de la oposición en democracia no sólo es de conflicto, sino que debe procurar el consenso, en base a la cooperación mutua, sobre todo, si es en beneficio del pueblo. Pero concluyó Gil que para el PRD “fue más importante verse el ombligo que dar un paso adelante…”.

Propuesta. Al calor del debate presupuestario actual en el Congreso, la propuesta de este artículo se dirige al presidente del PRD, para que condicione la aprobación del presupuesto 2014, a cambio de la ley de partidos y organizaciones políticas. La pieza que actualmente descansa en el Congreso regularía aspectos esenciales del sistema político como la democracia interna de los partidos, su financiamiento, la publicidad estatal, el transfuguismo, entre otros. Luego de décadas reconociendo la necesidad de más equidad en la competencia política, la falta de consenso ha frustrado su suerte.

“Asegurar la autenticidad del poder; iluminar al poder y limitarlo; impedir su perpetuidad; preparar una reserva de hombres y soluciones”, deberían ser las funciones de la oposición en una democracia, según el constitucionalista francés Georges Vedel. No se trata ni del bloqueo irracional de iniciativas ni de la crítica por la crítica, sino más bien de influir en la toma de decisiones por el bien común. El PRD de Miguel que tanto insiste con la institucionalidad, también debería valorar las ventajas de la ley de partidos para institucionalizar la política dominicana. Pero claro, si se quiere ejercer la oposición.